Es recomendable beber aproximadamente entre 1,6 a 2 litros de líquidos diariamente para evitar la deshidratación, aparte de la cantidad que otorgan los alimentos que comemos. Pueden consumir todas las bebidas no alcohólicas, sin embargo, el agua, el jugo de frutas y la leche baja en grasas son de las opciones más saludables.