Para reducir lo “picante” o “picoso” (como decimos en Mexico) de una ají o chile, les aconsejamos remover las semillas. Una sencilla manera de hacer esto es, realizando 4 cortes a lo largo de ají, separando éstas 4 secciones del tallo. Así quedará la base del tallo con las mayoría de las semillas. Luego pasar una cuchara pequeña por el interior de las 4 secciones para remover cualquier semilla que haya quedado.